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Por : Ma. Ignacia Villagra.
Recuerdo cuando comencé a entender que el «Pololeo» «noviazgo» o «dating» no era bíblico, Oh, tuve que luchar conmigo misma, con todas esas ideas que estaban incrustadas en mi mente, ideas acerca de la práctica de éste como algo correcto y normal. Pero no es así, no tiene lugar en toda la biblia y sin siquiera ir a la biblia primeramente podemos darnos cuenta que el pololeo o dating es un invento del siglo XX, antes de ese siglo no hay registro de que algo como esto existiera (como lo conocemos hoy, un instrumento para satisfacer nuestros deseos y atracciones hacia una persona del sexo opuesto) Fue difícil para mi entender que todo en lo que había creído, visto y aprendido respecto a éste INCLUSO YA SIENDO CRISTIANA, no estaba en la biblia y nunca ha tenido un lugar. Sé que muchos hasta esta introducción han de estar en desacuerdo conmigo y déjenme decirles que no me importa, la biblia dice que debemos agradar a Dios y no a los hombres, ÉL es el Dios soberano, ÉL reina y gobierna no sólo el universo sino también mi vida y la tuya y todo cuánto Él ha hecho ha sido para SU propia gloria, si no te has dado cuenta todavía, Él es el centro de todo. Todo fue creado a causa de Cristo, para que Él sea glorificado. «Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.» Colosenses 1:16
Tomándome del pasaje citado, daré mi breve reflexión en cuánto al rechazo del pololeo o dating en la vida del cristiano que ama a Dios, busca obedecerle y tiene verdadera pasión por la gloria de ÉL.
Podría dar varias razones argumentando mi punto, como por ejemplo, si estudiamos la biblia de Génesis a Apócalipsis, vemos, que no hay cosa como el pololeo, dating o algún símil de éste. Sin embargo, quiero centrarme sólo en una gran razón y que considero la raíz y base de este problema o mentira que los cristianos hemos adoptado y hemos «cristianizado» para no morir a nuestro pecado y preferimos maquillar una idea completamente ajena a la biblia, que no ha sido dada a los seguidores de Cristo. (este argumento no es exclusivo para el tema del pololeo o dating sino que debemos considerarlo en cada aspecto de nuestra vida como seguidores de Jesús.)
Me explico; como leemos en Colosenses todo ha sido creado a causa de Cristo, por Él y por medio de ÉL, Dios creó todas las cosas, para la gloria de Jesús, (ver también Efesios 1:22, Juan 1:3) un ejemplo clarísimo de esto es el matrimonio, esta institución fue creada por Dios para mostrar su gloria, para mostrarnos quién es ÉL, su amor perfecto, gracia y misericordia hacia nosotros. Jesús es el esposo y quienes hemos sido redimidos por ÉL, su iglesia, somos la novia y esperamos las bodas, que se llevarán a cabo en el cielo, en donde Jesús volverá a beber de la vid (Lucas 22.18). Pablo nos dice que gran misterio es éste, no el matrimonio, sino el de Cristo y la iglesia (Efesios 5:21-32) y que maravilloso que Dios nos haya concedido el honor de portar y representar, haciendo analogía a través del matrimonio de la obra de justicia, amor y rescate de Jesús en la cruz por su pueblo, por sus escogidos, que nos llevó hacia ÉL eternamente.
Viendo este increíble llamado del matrimonio para mostrar las bellezas de las perfecciones de Dios -SU gloria- y que a causa de eso existe, ¿No cabe preguntarse: el pololeo o dating de qué manera muestra las múltiples bellezas de las perfecciones de Dios? ¿de qué manera representa quien es Dios, le honra y exalta? Yo no puedo ver si quiera una razón sino todo lo contrario. El pololeo como muchos cristianos lo ven hoy, como justificación para su existencia, dicen que es una manera de conocerse y saber quién es la persona adecuada para pasar el resto de tu vida, entonces ¿qué hacen a los 14 años los jóvenes pololeando?. Nosotros, la iglesia, tenemos un sólo novio, Jesucristo, quien es perfecto ¿Dónde puedo encajar este argumento de «probar» antes de casarme?.
Profundizando, vemos en Mateo 1:18 « El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.»
María estaba desposada con José, lo que para las normas judías significaba el «intermedio» entre compromiso matrimonial y el matrimonio, pero el desposorio era obligatorio, no así como el compromiso matrimonial que conocemos hoy. El desposorio sólo podía romperse a través del divorcio. Que nos dice esto, que el desposorio era ya un matrimonio -un compromiso inquebrantable-, pero no era hasta cuando la novia era traída a la casa del novio con música, bailes y cantos que el matrimonio se concretaba y consumaba.
Esto me parece asombroso, ¿saben por qué? Porque hoy los cristianos, la iglesia de Cristo, estamos desposados con Jesús. ÉL es nuestro eterno y perfecto esposo (Isaías 54:5), pero aún no se han celebrado las bodas, pero sabemos que sí se harán (Apocalipsis 19:7), aún no vemos a Jesús, pero sabemos que si lo veremos un día, aún no gozamos de la profunda intimidad que tendremos con Jesús cuando ya estemos en el cielo y ya estemos casados por siempre con ÉL, pero sabemos que así será porque sus promesas son verdaderas. El desposo si está en la biblia y si exalta a Cristo, porque todos los que amamos a Jesús lo estamos con ÉL y sabemos que es un compromiso inquebrantable y por lo mismo nos debemos a ÉL, en santidad, amor, obediencia y pasión por SU gloria, no vaya a ser que cometamos adulterio y prefiramos ir tras nuestro pecado antes que tras ÉL (Oseas 9:1). Por esto mismo debemos erradicar de nuestra vida cualquier cosa que no esté en la palabra de Dios, cualquier invento, novelería, filosofía o huecas sutilezas, según las TRADICIONES DE LOS HOMBRES, según los rudimentos del mundo y no según Cristo (Colosenses 2:8).